LA PEDRERA
A primeros del siglo pasado el matrimonio Milà, encargó la construcción de una casa al arquitecto Antoni Gaudí. El edificio se llamó Casa Milà, pero al estar hecho de piedra, se le empezó a llamar "La Pedrera", y así es como se le conoce.
La fachada está hecha de piedra, hierro y cristal. En todo el edificio el diseño de las cosas recuerda la naturaleza. Las líneas son curvas: las paredes, las barandillas de las escaleras, las sillas, los pasadores de las puertas, el hierro forjado...
El edificio estaba dividido: en un subterráneo que servía de garaje para los coches; una planta dedicada al almacenaje de carbón; el entresuelo que es donde vivía el personal de servicio; el principal donde residía el matrimonio Milà; el primero, segundo, tercero y cuarto que estaban divididos cada uno de ellos en cuatro viviendas que estaban alquiladas; el desván y la azotea.
Tiene dos entradas, cada una de ellas da a un patio interior descubierto, que permitía tener claridad y ventilación en todo el edificio. La entrada más pequeña tiene dos escaleras una más pequeña y estrecha que daba a las estancias de los trabajadores; y otra más larga y amplia que llegaba hasta la planta principal. La otra entrada más grande es por la que podían entrar en coche, sin necesidad de pisar la calle y luego el chófer aparcaba el coche en el garaje del mismo edificio.
Disponían de dos ascensores grandes, con un amplio banco de madera, un gran espejo y dos puertas correderas, que daban acceso a las plantas principal, primera, segunda, tercera y cuarta. El ascensor tardaba 10 minutos en recorrer los pisos desde la planta principal hasta la cuarta. Cada planta tiene una superficie de 1.300 metros cuadrados. Para el personal de servicio había también dos escaleras por las que tenían acceso a las diferentes viviendas, el desván y la azotea.
El desván era utilizado por el servicio para lavar y secar la ropa. Estaba formado por 273 arcos catenarios y los ladrillos con los que estaba construido estaban hechos a mano y se ven en ellos las huellas de los dedos de los artesanos. La forma que tienen los arcos da la sensación de estar dentro de una ballena.
La altura del edificio es de 30,8 metros algo superior al resto de los edificios contiguos. En la azotea hay varias figuras, algunas de ellas están decoradas con azulejos rotos, otra con trozos de botellas de cava y el resto no tiene ningún adorno, como si no hubiera tenido tiempo de terminarlas. Se puede ver a través de un arco la "Sagrada Família".
En el edificio fue comprado por la Fundació Caixa Catalunya y restaurado intentando seguir el diseño de Gaudí. Parte de la planta principal en estos momentos se encuentra con una exposición de pintura de Zoran Music: "De Dachau a Venècia", también se realizan diversos actos culturales en el entresuelo.
